miércoles, 25 de noviembre de 2015

Y si ya no duele tanto ¿qué me pasa?

En la anterior entrada os conté cómo poco a poco ese dolor y esa angustia con la ovodonación se fue disipando. Y que me atormentaba saber cuándo me sentiría preparada.
Pero había algo más ¿si ya no me dolía tanto y cada vez me sentía algo más preparada? ¿Qué me estaba pasando?

Así que tocó hacer introspección y averiguar-me qué estaba sucediendo, y por supuesto tener mil charlas con mi chico de las que siempre salgo beneficiada.

Recuerdo que en una de esas charlas, él me dijo que si yo me sentía más segura o más lo que sea, estaba dispuesto a renunciar también a sus genes, que para él no tenían importancia alguna y que querría a esa criatura igual, fuera su genética la que fuera, que si estaba dispuesto a adoptar a un niño (tema del que ya habíamos hablado muchas veces) qué le iba a importar eso de la genética, pero que también deseaba vivir nuestro embarazo y todo lo que conlleva.
Le dije que no iba a dejar que renunciase a sus genes así, por mí, porque yo me "sintiese" mejor. Lo vi como un capricho y me negué rotundamente, si tuviésemos que ir por ADE (adopción de embriones) sería por otras cuestiones, no por esas.
Y...¿cómo se te queda el cuerpo? Me sentí muy pequeña e insignificante, me emocioné porque viví aquello como una muestra de amor y me sentí la persona más afortunada del mundo por tener a mi lado a alguien tan especial que siempre me tiende la mano y me presta sus gafas para verlo todo desde otro prisma.

Y llegó a ver la luz otro tema del que me avergonzaba "el parecido físico".
Aquel maravilloso gine que nos dio aquellas nefastas noticias nos dijo... "hazte a la idea de que la genética sólo sirve para dos cosas: transmitir enfermedades y los parecidos físicos" haciéndome ver que TODO lo demás, lo importante lo aportaría yo como persona.
Pero yo seguía sin entender por qué me estaba importando el parecido físico...
¿Acaso si un embarazo burocrático fuese algo más sencillo en todos sus sentidos no estaría dispuesta a hacerlo?
¿No era consciente de que aun pudiendo sacar mis genes al terreno de juego mis fenotipos podrían quedar en el banquillo?
¿Es que no recordaba lo mucho que me gustó cuando estuve formándome conocer la grandiosa importancia del factor ambiente en un niño?
¿Dudaba de si mi familia me hubiesen querido menos si no hubiese parecido a ellos?

Todas esas preguntas tenían respuesta inmediata y contundente pero tuve un hilo del que tirar: LA FAMILIA, o mejor dicho, el parecido con mi familia...

Tengo muchos recuerdos de historias que te cuentan de cuándo naces y todas en plan "te parecías tanto a tu madre que nos asustaba"...en resumen, he sido y soy un calco de mi madre. A su vez ella y sus hermanos se parecen muchísimo, tanto que los llegan a confundir. Todos igualitos que mi abuelo, vamos que los fenotipos en la familia materna están requete marcados.
Cierto es que yo misma me he visto parecido con todos ellos.
Me ha pasado durante toda mi vida que gente que no había visto nunca sepan quién soy por el parecido, sepan mi lugar de origen, nieta de quién soy, hija de tal, sobrina de cual...por cualquier miembro de mi familia materna me "sacaban". Incluso me han discutido ser hermana de mis tías. Es algo heavy y siempre lo he vivido con orgullo como marcaba la tradición.
Mi hermana: pues no le ha pasado nunca tan fuerte aunque alguna vez aislada sí. Igual que hay quién dice que somos muy parecidas y otros flipan al saber que somos hermanas. Ella tiene una niña, mi sobrina y desde que nació su hija ha tenido que soportar la frase del millón "parece que sea hija de tu hermana en vez de tuya" (hay frasecitas del millón para todo?). Cierto es que la primera vez que la vi aluciné con lo que aquel bebé se parecía a mi madre.
Sé que a mi hermana le ha llegado a molestar esos comentarios, es que puede ser muuuuy cansino. Pero imaginaos, estás pasando un duelo genético y mientras tanto no paras de escuchar "si tienes una hija no se va a parecer tanto a ti como tu sobrina" toma ya! hasta de mis propios padres.
El caso es que cuando toda la vida te ha estado pasando esto y ahora la historia se repite con tu sobrina, oye pues marcar...marca.

Y he aquí el meollo del asunto! encontré de dónde me venía parte de esta preocupación por los fenotipos. Y una vez encontrado ya podía trabajar sobre ello y eso hice.

A esto hay que añadir las lloreras de cuanto empezábamos la búsqueda inocente y mi chico me decía que deseaba tener una "miniyo" Pero es que me lo sigue diciendo!!!!!! Señoras lo siento pero este amore está fuera del mercado jijiji

Había encontrado la barrera y era hora de derrumbarla haciendo trabajo interno y de pareja, claro está!
Todo aquello de los parecidos familiares quedó superado, sólo fue cuestión de dar con ello y reirme.
Lo de mi sobrina...pues es verdad que se parece a mí, pero yo no le veo parecido físico ninguno conmigo aunque sí me muero de la risa cuando hace o dice algo mío y he de confesar que me encanta!! Igual que cuando "parece" su madre o copia alguna expresión de la abuela...el factor ambiente y su fortaleza señores!! Y esto de mi sobri me ha hecho pensar en algo de lo que estoy orgullosa y es que, los peques "copian" cosas de sus adultos de referencia y yo soy un referente para ella y además siempre hemos estado muy conectadas (babeo en modo on)
Sobre las frases gilipollas estrellas, se van llevando como se pueden...e intento no magnificarlas.
Y mi chico que erre que erre con que va a ser igual que yo porque lo que verdaderamente importante es lo que importa.

Todo esto fue un paso más hacia ese ¿Cuándo sentiré que estoy preparada? ¿Cuándo sabré que he pasado ese duelo del que hablan? Y la gran respuesta es: cuando llega simplemente lo sabes, lo sientes.

Pero no os voy a mentir, hay días en los que sigue pinchándome los temas del parecido aunque sea sólo por un ratito, pero hoy ya tengo las herramientas necesarias para que no duela, ya no duele.

Y por supuesto, si añades los estudios sobre epigénetica y demás es mucho mejor!!!

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Qué supuso para mí la Ovodonación

Ya os comenté que en la segunda consulta a Reproducción Asistida (a la que vas a recoger resultado de pruebas) me hablaron de ello. Me dijeron que con 31 años mis ovarios ya no podían trabajar, que intentarían averiguar el porqué, aunque no cambiaría nada, me había tocado y punto. Nos intentaron explicar muy sutilmente que era posible que ni siquiera tuviésemos la oportunidad de acceder a una FIV por la SS, el asunto pintaba fatal, imposible no era pero sí bastante improbable.
Y fue cuando, aquel doctor nos habló de algo que yo creo que no había oído nunca, la ovodonación. Sé, estoy segura, de que ese hombre lo hizo por nuestro bien, para que viésemos que había camino, para que contemplásemos las esperanzas que nos podía dar... pero yo me rompí en mil pedazos.

Hace ya tiempo que miro atrás y pienso que la "culpa" de aquel dolor fue eso, que no sabíamos nada de todo este mundo de la infertilidad, no sabíamos que iba a pasar ni cuál sería la posible solución...y que me dijesen de buenas a primeras que si quería ser madre tendría que recurrir a un óvulo de otra mujer, me hacía morir por dentro.
Seguro que hay otras personas que les habrá pasado similar y desde el principio les dirían de ir por ovo y lo encajaron bien, yo no.
Igual que creo sinceramente, que una persona que lleva mil tratamientos de fertilidad con sus gametos negativos, se plantea ovo, ADE o lo que sea de otra manera, y otras no.
En resumen, casos hay de todos los colores, tantos como personas y como tales, cada uno lo encajamos y vivimos a nuestra propia manera.

De aquel día, una de las cosas que sé me llevaré siempre, son estas palabras: "lo gestarás tú, lo parirás tú, lo alimentarás tú...será tu hijo" Hoy, las recuerdo con ternura pero entonces, aparecían en todas mis pesadillas.

Y esa sensación de salir desahuciada de aquella consulta, de querer buscar culpables, de creerme culpable, de odiar a mi cuerpo, de sentirme menos mujer, de no poder ser madre...de no poder hacerte padre.

Sólo puedo comparar ese dolor, a una mañana hace ya algunos años en la que una llamada de teléfono me despertó y una voz rota me dijo que había ocurrido un accidente, nunca más lo volveríamos a ver. Y durante aquel duelo siempre pedía lo mismo: que pasase el tiempo rápido, por favor.
Ahora, otra vez tenía aquella tristeza profunda instalada en mi alma, otra vez le pedía al tiempo que pasase fugazmente...y hoy, pienso que es por lo mismo que la primera vez: estaba de duelo.

Ojalá os pudiera contar otra cosa, ojalá no tuviese que recordarlo con tanta angustia pero así fue.
Por eso, cuando ahora alguien me dice que pasará a ovo o a cualquier donación sin angustia me alegra enormemente.

Nuestras familias y nuestros círculos de amigos sabían en qué andábamos metidos, nunca lo hemos ocultado así que los vimos romperse con nosotros tras las noticias.
Yo no dudé en contar a mi gente el diagnóstico, pero lo hice para que me dejasen en paz de alguna manera, no podía soportar esos mensajes con los que te pretenden animar y ayudar pero que es lo último que quieres escuchar. Así que, utilicé la palabra "ovodonación" para que se dieran cuenta de lo gordo del asunto...aunque aún con esas íbamos a intentarlo.

Estábamos los dos muy tocados pero mi chico siempre se hizo el fuerte por mí, para que yo pudiese tener dónde caerme y refugiarme. Él siempre se aferraba a aquello de que "imposible" no era, que teníamos que quemar los cartuchos de los que pudiésemos disponer y que ya hablaríamos sobre ovodonación. Cosa que fue imposible, siempre lo tuvimos muy presente, sobre todo yo y ni quería ni podía dejar de hablar del tema pero sin agobios, cuando lo necesitase y así lo sintiese, por lo que aunque hayamos pasado por dos intentos de FIV la opción de ovo siempre nos ha acompañado.

Supongo que no enterré la ovo durante los tratamientos porque en mi fuero interno sabía que sería nuestro camino y cada vez tenía más pruebas de ello. Por un lado, pienso que nos hizo tener más ansiedad durante las FIV pero era lo que había. Entonces llegan días en los que pensar en ovodonación ya no te hace tanto daño, otro día que dices "si esta sale mal vamos a ovo", otro que piensas que no estás preparada...pero siempre llegas al mismo pensamiento "ya no me duele tanto"

Entonces yo me rallaba con el tema más y más ¿cuándo sabré que estoy preparada si cada día siento una cosa?

Y aunque del tema de la genética y los parecidos ya os hablaré, hoy por hoy entiendo que aquello fue mi duelo, que le pedí al tiempo que pasase y eso estaba haciendo.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Resumen y reflexiones


Llevamos sólo 9 meses inmersos en el mundo de la infertilidad y la reproducción asistida, ojo! pongo la palabra SOLO para no herir los sentimientos de otras personas, sé y me consta que hay currículums demasiado extensos en todo este camino, en toda esta lucha.
Pero realmente no sé si me ha parecido mucho o poco tiempo, creo que depende del día, del pensamiento y del prisma con el que lo mire...

Pero sí, en general ha sido todo muy rápido: no han habido largas esperas para ser atendidos en la consulta de esterilidad del hospital, no largas demoras entre pruebas y resultados...y en lo que tardaba nuestro expediente en llegar al hospital de la SS en el que nos intentarían dar una única posibilidad de hacer un ciclo de Fecundación In Vitro, pudimos hacer uno por lo privado para ir obteniendo resultados.

¿Cuestión de suerte?

Sí, fue una suerte que el ginecólogo que nos tocó en la SS fuese una gran persona e intentase ayudarnos en todo lo que pudo.

Sí, fue una suerte disponer del dinero necesario para cubrir el gasto de una FIV por privado.

Y aunque la espera para realizar pruebas y tratamiento en la SS no fue nada larga, soy consciente de que podrían haber sido 18 meses perfectamente y en nuestro caso no tardaron nada, también sé que las "prisas" y la prioridad que se nos dio en la lista de espera no fue cuestión de suerte, era que de intentarlo debía ser YA, el tiempo y el diagnóstico jugaban en nuestra contra.


El diagnóstico:

Baja respondedora...mi cuerpo no reacciona ni con las dosis más altas de medicación.

Baja (casi nula) reserva ovárica...mi analítica hormonal es un desastre, sobre todo mi hormona Antimulleriana que ronda los 0.67 pM o lo que es lo mismo los 0.09 ng/ml. En resumen, características hormonales de alguien que está ya casi menopáusica.

Fallo ovárico precoz y oculto... precoz, me faltan unos meses para los 32 años, mis ovarios han dejado de funcionar como debieran demasiado tempranamente. Oculto, me viene el periodo todos los meses, aunque se me acortan los ciclos cada vez más como corresponde a mi caso.

Posible edad de mis ovarios...unos 45 años.


Causa:

Genética y/o antecedentes familiares... En mi amplia familia soy el primer caso y no han habido menopausias precoces. Se me descartó causa genética con cariotipos y X Frágil.

Posiblemente la causa sea que un quiste endometriósico en un ovarios haya destruido mi reserva ovárica en relativamente poco tiempo.

Nadie me asegura nada, nadie sabe a ciencia cierta, ni siquiera tengo la endometriosis diagnosticada al cien por cien, pero yo estoy convencida de que así ha sido. Aunque ahora aparentemente ese quiste está "dormido" llegó a mi vida, me desahució y se durmió, quédate así por favor.



Y he de confesar, que tras esa primera visita en la que solamente te exploran y te mandan pruebas, la ingenua de mí pensó que no sería para tanto, que sería fácil, una ayudita y habríamos pasado de puntillas por esto de la infertilidad...aunque el miedo se fue apoderando de mi ser al aproximarse la cita para recoger los desastrosos resultados.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Por dónde empezar...


Nunca he estado embarazada...

Tampoco he vivido nunca una betaespera...

No sé qué es vivir el día de la esperada transferencia, me emociona mucho imaginarlo...

No sé qué es vivir una punción, ni las ansiadas llamadas del laboratorio...

Sí, he vivido dos estimulaciones ováricas y he conocido los deseados y temidos pinchazos de hormonas.

Sí, claro que sí, hubo un breve periodo de tiempo en el que jugamos con la ilusión y seguía una aplicación de mi móvil para "cazar" mis supuestos días fértiles. Después me dolió aunque acabé agradeciendo que aquella época llena de estrés se acabase.

Me tomé la temperatura basal unos meses, así me lo indicaron, pero después de la primera visita a Reproducción Asistida lo dejé, es más, supe que nunca usaría los famosos test de ovulación.

Nunca me he podido hacer un test de embarazo, ni siquiera comprarlo.

Nunca he tenido un retraso en el tiempo de búsqueda de embarazo, bueno una vez se me retrasó la regla un par de días y mi parejo estuvo emocionado, lo sé.

Así funciona esto querida gente... a algunas mujeres/parejas se les pasa la vida entre años de búsqueda, tratamientos y más pruebas para averiguar los problemas...y a otras nos desahucian desde el minuto primero que pisas una consulta de fertilidad.

Lo de que es mejor o peor...ahí cada uno como personas que somos tendremos una opinión, unas vivencias y una historia de aprendizaje. Yo no voy a entrar en esos temas, sólo pretendo hablar de lo que sé por haberlo vivido, no hay más.

Eso sí, una cosa hay bastante clara, vengamos de la historia que vengamos, llevemos el tiempo que llevemos, tengamos la edad que tengamos...estos caminos son todos muy duros, agotan, desgastan, impacientan, entristecen...todo, todos los caminos, todas las historias.

Por fin

Por fin pude perdonar a mi cuerpo, por fin pude perdonarme. Gracias por haber hecho todo lo posible, por fin sé que no podemos pedirles más a mis ovarios, están malitos, cansados, agotados...

Por fin siento paz, seguridad y tranquilidad, aunque los miedos, temores e incertidumbres se hacen más latentes, pero sé que forma parte del proceso y van de la mano con las esperanzas, alegrías y los buenos deseos.

Por fin siento este camino como NUESTRO CAMINO, EL CAMINO HACIA TI, TU CAMINO. Y ya queda poco para empezar a recorrerlo.

Por fin ya no se me hiela el alma al decir o escuchar la palabra "ovodonación", ahora unas mariposas me recorren de arriba a abajo e inundan todo mi ser, ahora lo sé, ahora lo entiendo.

Por fin me he dicho a mí misma que soy valiente, que muero de amor, que la balanza se inclina sin duda alguna hacia ti, que ya queda menos para que llegues a mí, a nosotros.

Por fin me he explicado que el verdadero significado de  "ovodonación" es "una muestra de amor absoluto", muestra que estoy dispuesta a darte, mi niño.

Por fin me siento bien, por fin estoy dispuesta a caminar, por fin esta aventura va a comenzar...